Dicen que los granos de arena, como las estrellas, son infinitos. Puedes contar y contar y seguir contando, hasta que te aburras, hasta que te hagas viejo y olvides los números.
Pero también dicen que todo grano de arena hace montaña, y que toda estrella brilla aunque sea poco y lejos.
Así que si contar granos de arena te va a llevar una vida y contar estrellas no te lleva a ninguna parte, a lo mejor deberías acostarte en la arena caliente y contemplar las estrellas mientras aún brillen para ti.