Delicada brisa del sueño,
viajera entre los párpados,
que no remueve ni alborota,
ni encrespa ni seduce
las aguas de los sentidos.
Adormece la espera y olvida,
entiende y acepta, asumiendo,
como propia la certeza
y ajena la intención.
Embarga una y cien penas,
agita y socava conciencias,
importuna confianzas y talentos,
y muestra no uno ni cien, miles
de equívocos, de sinrazones,
de prejuicios, de silencios atrevidos
y voces disolutas, sentenciadas.
Brisa del sueño retornada,
ahora inflamada, crecida,
aire y viento, engreída,
retoma una y mil caras,
diferencias no olvidadas,
presas del vaivén, de la prisa.
Quebranta el ruego y la verdad,
doblega propósitos, envilece,
anula uno y cien empeños,
y sopla altiva entre la razón.
Brisa del sueño rendida,
agotada en parajes devastados,
vencedora y aniquilada,
su propia bajeza la disipa,
encalma y amortaja, perdida.
Y con ella renacen, inocentes,
no una, ni cien, miles
de risas que la acompañan,
en la esperanza de los sentidos
y el despertar de los sueños.
A dream you dream alone is only a dream. A dream you dream together is reality. (John Lennon)