Desde mi celda

Microrrelatos en el confinamiento

Llegaré pronto
Me levanté algo perezoso, lo que tiene un miércoles cuando la noche anterior te excedes. Y es que a Julia no se le ocurrió otra cosa que enfundarse esos vaqueros que, lo sabe, vaya si lo sabe, te arrastran a perderte entre sus curvas.
El café estaba caliente y contemplar esa sonrisa cómplice que dibuja aún recuerdos de la noche anterior es encantador.
La besé, le robé un beso al partir, y deseé que no hubiera acabado el confinamiento.
Menos mal que la carretera aún está poco transitada, llegaré pronto. Tengo ganas de que terminen las obras, ese camión, pero qué …

 

Manos sucias
La misma tarea, repetida, una mano, la otra, el jabón, las uñas, el cepillo de uñas. Lávate las manos, las uñas, debajo de las uñas. Limpio, más limpio.
Las uñas no quedan bien, mejor cortarlas, a ras. Límpialas de nuevo, con cepillo. Frota las yemas, bien limpias.
Te duelen los dedos en las cuerdas, te duele la guitarra, no tienes uñas para tocar. A Victor se las destrozaron, le silenciaron con el ruido de las 44, asesinos con manos sucias.