Es posible

En el momento en que reflexionas y miras al suelo y sientes que esas baldosas se acercan a ti y te atrapan, en ese momento en que los ojos apenas pueden distinguir las difusas líneas que las separan, entonces comienzas a pervertir los momentos en que te abandona la razón para sumergirte de lleno en cascadas donde niegas hasta la existencia. No eres tú, pero ni siquiera lo sabes, no eres más que una amalgama de sin sentidos y provocaciones de la vida, ésta te rodea lisonjera mientras intentas arremeter con el resto de lo que aún crees que dominas, o sea nada.
El absoluto y desesperado idólatra de ti mismo, en realidad un completo desconocido que intenta aprovechar tus ratos de lucidez para convencerte de lo contrario, un simpático haragán que gimotea en una esquina cuando no puede hacerse cargo de ti ni de tus fantasías, te acuna perverso cual infante tembloroso, y te arroja al asfalto, ojo a las curvas que vienen mal dadas.
Te pesa el juicio, y te pesa la balanza misma en que escudas la fragilidad de tu propio juicio, para no admitir lo infundado de tus certezas ni lo caótico de tus dudas, esperas que la sentencia te exima incluso de cumplir la mínima y sabes bien que sin arrepentimiento no encontrarás tu consustancial perdón, pero aspiras a disimular los barrotes de tu encierro mientras sobrevives a las maledicencias de tu decoro.
Invierte la fragilidad de tu pena y sumérgete en el arrebato consciente de colmar la vida sin desdeñarla ni asumir pérdidas, ofrécete incauto a la terrible necesidad de romper, rasgar y despedazar la sutil experiencia de amanecer vivo, un día más.
Es posible que halles los sinsabores de las ocasiones menos fructíferas, quizá ocultas entre los ramajes de la frondosidad en que tú mismo te pertrechas, es posible.
Es posible que descubras la liviana separación entre los sueños y las quimeras, inalcanzables éstas pero no menos perseguidas, de todo punto sobrevaloradas, es posible.
Es posible incluso que te percates del apenas perceptible rumor de la maquinaria que a tu lado, y contigo, va devorando los segundos, todos, sin misericordia, es posible.
Todo es posible, así que vete al carajo y busca un horizonte de playas infinitas donde bañarte mientras amanece.
Your choice between sunrise or sunset depends on your attitude. (Ibn Jeem)