Huir, a veces huyo
de mi, de ti y de nosotros.
Descerrájame una vida,
entre las pupilas,
entre las manos.
Huye sin tenerme
ni quererme, yerma.
Donde voy, no lo sabes,
excelsa carne olvidada.
A veces siento que es
demasiado tarde para nada.
Y a veces siento que es
demasiado pronto para todo.
Y entre la nada y el todo,
entre tan lejos y tan cerca,
no puedo refugiarme en las voces.
Infinitas palabras discordes
que no puedo decir,
ni siquiera puedo sentir.
No sé si tus ojos me miran,
no sé si tus manos me tocan,
y mientras, me ausento en mi, de ti,
y no llego, corriendo no llego,
gritando no digo, y callo
por no ver tu sonrisa,
por no recordar, ni sentir,
ni palpitar, ni amar, ni reir.
Fugaz la tarde me evade,
tiene prisa de mi, sin ti,
y la noche me acecha
oscura, infinitamente oscura.
A veces te siento,
y siento que es pronto.
A veces te recuerdo,
y sé que es tarde.