Gato negro

El gato de mis sueños
me dejó los restos de una lágrima
al borde de mi ventana,
desapareció en la negrura,
negro de pelaje oscuro,
en la lágrima seca se detuvo
mi tiempo, y sus patitas,
ahora errantes en la noche.
No se detuvo a lamerme
mis lágrimas frescas
para no temer mis miedos,
para no sufrir mis llantos,
para no ver mi mirada,
y saltó de vida en vida,
gato negro perdido,
buscando la alegría
ausente de mi ventana.
Su sombra recorre
las calles, las esquinas
que la vida no dobla,
buscándome sin saber
que el perdido soy yo.