A veces te pueden,
ganan sin misericordia,
a veces te vapulean,
y te sangra la boca,
a veces te hieren, en lo más hondo,
pero a veces, solo a veces,
sabes que en la derrota sigues,
en la caída puedes, y remontas,
te desgarra sin saber por qué,
sientes y te desconoces, nuevo,
amas y tiemblas, frágil y perdido,
temes y abrazas, y quieres abrazar.
A veces te encuentran, volviendo,
a veces enmudeces, y te cansa,
y a veces sonríes porque puedes,
puedes amar, sentir, abrazar
y perderte, en miles de organismos
fuertes y únicos, completos y suaves,
en miles de manos, que callan
mientras susurran a golpes,
amontonadas y primerizas
en el deseo de ser, de aprender,
lo que las palabras, incapaces,
olvidan pronunciar, inútiles,
cuando las bocas, a veces,
y solo a veces, lo dicen todo,
lo que presienten sin saber,
lo que justifican por temer,
lo que desean y no pronuncian,
y arañan, muerden, pisan,
golpean, duelen.
A veces, solo a veces, las bocas
no dicen palabras, solo besan.
One of the most beneficial things I’ve ever learned is how to keep my mouth shut. (Eric Clapton)