Si las manos sienten y acarician,
si los ojos miran y admiran,
si tu cuerpo se estremece,
y palpitas, y amas, y vives,
y abandonas lo que temes,
y deseas el abrazo, simple.
Si temes que se pierda,
si obvias que no es perfecto,
si dejas y te dejas, alegre,
y cantas a bocas llenas
y ríes a risotadas, vivas,
si eres cuando estás, y estás.
Si no sabes evitar y buscas,
si corres, y danzas, y gritas
y te delatas mientras ves,
maravillas cuando sientes
y alardeas cuando ausentas,
si te entregas cuando triunfas
y aprisionas cuando te derrota.
Si consientes mientras gustas,
si respiras cuando hallas, cerca,
si te agitas y estremeces cuando no,
y te debates, y procuras, y palideces,
y olvidas lo que no entiendes
al paso de lo que veneras, tanto.
¿Por qué no callas ni se callan?
Thus I spoke, more and more softly; for I was afraid of my own thoughts and the thoughts behind my thoughts. (Friedrich Nietzsche)