Saber de mí.
Esa es la cuestión, saber, tener la certeza de conocer, sin ambigüedades, sin temores, dejar que te exploren, minen tus miedos y revienten tus barricadas, hasta la menor nota, esa en la que desafinas, en que no te quieres reconocer, soñando con una perfección que no te es dada, lejana y misteriosa.
Quién crees que llevará tu piel, tu pelo, tu rostro, tus ojos, al único puerto donde puedes encontrar abrigo?
Si no encuentran tu nave, cómo podrán arrancar tus motores, hacer guardias en tu timón y arribar, sin cartas y sin tripulación a tu destino?
De par en par, las puertas de tu alma. Tu coraje, poco, y tus miedos, muchos pero tuyos, únicos y perfectos.
No lloriquees por temer, llora por no soñar, no anhelar, no querer sentir, todo y la parte, todo lo que te toque en el reparto de la vida y sal a recibir su sonrisa.
Si tienen que enviarte una invitación mejor lo dejamos para mañana, ahora ya es fiesta y no se te ocurra disfrazarte, como siempre.
Saber de ti.
Feliz 2019