Tus silencios

El tormento se desliza en tu aliento
y sientes quebrar la fina piel
hendida a golpe de voces,
quieres retener el instante
que por imposible te deja
y pretendes, sin intención.
Todo el pecado te arrastra
te vapulea, te sumerge
y giras exhausto en el caos
que tu propia miseria fragua.
Esquivas verdades ciertas,
atiendes mentiras sin razón,
en el sarpullido de la carne
sientes tu propio averno
incólume de todos tus tiempos,
te desbarata el oficio,
pierdes tu sueño y tu certeza,
te rasga, confunde, viola tus entrañas
y exhausto gimoteas sin remisión
por el coraje de conocer
la paradoja de tus palabras
y el disparate de tu voz
cuando se insolenta
en el ruido de tus silencios.