Whitney en Les Rotes

De vez en cuando la vida sorprende, te arroja a un montón de inesperadas sensaciones, y te das cuenta que a veces están jugando con las cartas marcadas.
Es un tahúr, la saca de la manga y es un as, miserable de tí que sólo tienes un caballo de copas y pretendes ganar una, tan sólo una partida.
Pero remontas, vas de farol y vuelves, estrenas baraja como quien cambia de camisa, te pringaste con los spaghetti.
Y ahí está de nuevo, pensabas que no existía, un plumífero y un cocker spaniel, justo donde sabías que iba a estar y está. Tú también, pero no tienes una buena mano, pareja de cincos, nada más pero nada menos.
Un par de rubias en las que casi te ahogas y llegar tarde, como siempre, donde nunca pasa nada.
Pero he comprado todas las acciones de juegos Borrás, el Monopoly es mío, la oca, el parchís pero yo solo quiero una baraja y hablar contigo.
Cuando tenga palabras.